Es para mí un orgullo haber formado parte del equipo de la maravillosa serie Tierra de Lobos, que siempre llevaré en el corazón. Hoy martes 14 y mañana miércoles 15 de enero se emiten en Telecinco a las 22.30h, los dos últimos capítulos de la que, para mí, es ya una serie mítica.
Fue Johnny Yebra quien en 2010 me llamó para colaborar junto a él en la dirección de fotografía de una nueva serie de la productora Multipark Ficción para Telecinco. Acepté encantado y encantado sigo por haber sido uno de los dos directores de fotografía de Tierra de Lobos, en las dos primeras temporadas y en la primera parte (8 capítulos) de la tercera entrega.
Fotográficamente la serie se caracteriza por una estética de western con muchos exteriores y acción, una gama de colores atrevida y una búsqueda de preciosismo en la imagen para lograr ese aire de realismo mágico. Todo esto aportaba a Tierra de Lobos una imagen personal y diferente a los tratamientos más convencionales que hasta ese momento se veían en la televisión.
Empezamos trabajando con cámaras Sony HDW-650P y ópticas broadcast Canon en los primeros trece capítulos. En la segunda temporada, cambiamos a Arri Alexa con Zeiss ultraprimes y zoom Alura. Ahora ya estamos habituados a las ventajas que aporta esta cámara, pero en aquel momento no se rodaban series con Alexa y fue una experiencia novedosa que nos permitió conseguir una estética más cinematográfica y un nivel de calidad en la imagen muy alto.
Siempre insisto en que lograr todo esto no es fácil con los tiempos que se manejan en televisión, pero con un equipo unido y mucha ilusión todo era posible en Tierra de Lobos.
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Enriquecedora también fue la experiencia de trabajar con directores de tanto nivel y con estilos tan personales como Jorge Torregrosa, José Mª Caro, Tito López Amado, Joaquín Llamas, Juan González, Jaime Botella y Óscar Pedraza.
Hemos sido muchos los profesionales que hemos participado en Tierra de Lobos -algunos seguimos colaborando juntos hoy en día- y son muchos los momentos que compartimos. No me cabe duda de que esa convivencia personal y profesional, con sus mejores momentos de rodaje y también con los menos buenos, nos ha hecho crecer para mejor a todos.
Me quedo con eso, y espero poder repetir algún día con este equipo tan estupendo.
¡Hasta siempre Tierra de Lobos!
