Aníbal del Busto me propuso ir a Madagascar a grabar un reportaje sobre un misionero y una ONG. En agosto del 2004, pusimos rumbo de Madrid a Antananarivo. Partimos Silvia Melero como periodista para escribir el guión, Tesa de la Quadra Salcedo como auxiliar de producción, y yo, Víctor Tejedor Navares como camarógrafo.
Madagascar, uno de mis destinos soñados, se convertía de repente en una misión para contar cómo un misionero español y unas cuantas personas malgaches -oriundos de Madagascar- trabajan para mejorar las condiciones de vida de la población más necesitada, sobre todo, la población infantil. Así conocí a Julián Cadenas y a la ong FAMI.
De Antananarivo capital, partimos hacia las zonas donde FAMI actúa. En esta ocasión, viajaríamos a través de la provincia de Antananarivo (centro de la isla) y, a continuación, conoceríamos nuevas zonas de actuación en la costa este.
FAMI, con Julián al frente, coopera creando centros de nutrición, dando atención a niños con raquitismo, desarrollando proyectos de educación, con la construcción de pozos de agua, gestionando créditos agrarios sin intereses, potenciando la integración de la mujer, con centros de sanidad... Así intentan favorecer el desarrollo, con la esperanza de que esta población encuentre un futuro mejor.
La cámara de vídeo con la que realicé la grabación fue una Panasonic DVX-100 en soporte miniDV. El resultado del material fue un vídeo documental, donde se cuenta cómo actúa y qué pretende conseguir esta ONG, titulado Madagascar. La sonrisa de la esperanza. La realización y montaje del vídeo corrió a cargo de Aníbal del Busto y el grafismo fue cosa de Mario Jiménez.
Una "demo" del vídeo documental:
Siento una tremenda satisfacción a la hora de realizar este tipo de colaboraciones porque merece la pena apoyar la labor que realizan personas como Julián y los cooperantes de FAMI que, con sus acciones, consiguen que este planeta donde vivimos sea un poquito más justo.